lunes, 29 de abril de 2013

Calentamiento para partidos


Todos conocemos los numerosos beneficios que supone para el deportista el calentamiento previo al desarrollo de cualquier actividad física. Pese a esto, observamos como son cada vez más los preparadores físicos que reducen el tiempo destinado a esta parte alegando una disminución innecesaria de los depósitos energéticos del jugador y defendiendo este tiempo de trabajo únicamente desde el punto de vista adaptativo socioemocional .
Soy partidario de que el jugador debe de adaptar a la competición la totalidad de sus estructuras conformantes y que probablemente el aspecto emocional y de interacción con el resto de compañeros deba de anteponerse al eminentemente condicional, pero no defiendo que deba de reducirse el tiempo hasta el punto de ser prácticamente imposible una puesta en marcha previa al esfuerzo de alta intensidad exigido.
No me gustan los calentamientos largos, (creo que 20 minutos son más que suficiente) pero tampoco los muy cortos (para mi 10 minutos es un tiempo escaso). Hay que dar el tiempo necesario para preparar la totalidad de las dimensiones del jugador y del colectivo.
Además de esfuerzos similares a los competitivos, el jugador debe de haber vivenciado antes del pitido inicial aspectos relacionales colectivos específicos a nuestro modelo de juego (prefiero una posesión 4×4+2 orientada que el típico 5×5 inespecífico). Si calentamos en especificidad competitiva a todos los niveles no es absurdo pensar que el jugador saltará al campo con mayor predisposición. Puede que la complejidad del juego nos lleve a encajar un gol en el minuto 2 y se nos acuse de haber calentado de manera deficiente con la consiguiente falta inicial de actitud del grupo, también puede lesionarse un jugador en el primer sprint del partido y se nos vuelva a poner el punto de mira, o puede que ocurra exactamente lo opuesto a estos dos ejemplos, y el equipo alcance elevadas cotas de rendimiento nada más empezar el partido.
Yo, y supongo que vosotros también, tuve días de todos, días en los que el equipo salió muy enchufado al calentamiento y el nivel de concentración del mismo fue elevado pero con pobre rendimiento inicial, y días que el equipo parecía decaído o desmotivado y el comienzo fue superlativo. Intentar buscar una relación entre el calentamiento y la salida inicial del equipo es una tarea que no creo estar capacitado de demostrar.
Dicho esto, aquí os dejo uno de mis calentamiento precompetitivos:
0-1´ Movilidad articular libre.
1´- 4´ Adaptación al balón. Por parejas ejercicios de habilidad.

4´- 6´ Movimiento de aceleración con balón .
6´-10´ Rondos 4×1 con/sin movimiento. Todo el mundo pasa por rol defensivo. Progresión intensidad oposición.

10´ Hidratación
10´13´ Reactivación articular dirigida. Frecuencia + Explosividad + Flexibilidad dinámica.
13´- 15´ Por parejas: golpeos en distancia progresiva + 1×1 + salto con remate.

15´- 17´ Posesión inespecífica 4×4+2. Progresión en nivel de oposición.

17´-20´ Posesión específica modelo de juego. En este caso 6 jugadores atacan a 4 en formación 2-3-1. Fomento asociaciones y comportamientos colectivos específicos.





20´. Cohesión grupal
20´- 21´. 6 x Aceleraciones en 3 metros donde sería muy bueno colocar escaleras de coordinación y vallas para realizar acciones combinadas explosivas
Todo los calentamiento no pueden ser iguales siempre tiene que a ver una complejidad mayor o menor dependiendo; el rival, si se viajo, el estado anímico de el equipo, en el ciclo que se encuentra, la temperatura ambiente, etc.
Es importante manejar eso aspectos externos para poder activar de mejor manera a los jugadores. 
Y lo mas importante el Preparador Físico es un motivador constante.   


No hay comentarios:

Publicar un comentario